lunes, 31 de enero de 2011

Aquellos Lugares




He regresado, estoy en la etapa final de un capítulo en mi vida, por ello he tenido este rincón abandonado.


Ya para esa época me estaba poniendo medio guapetón, a pesar de que no me salía completa la barba. Siempre he tomado ventaja de ser catirito en un país caribeño, ayudó bastante debo confesar, mis gustos musicales siempre han sido inclinado al rockandroll, amo las motos shopper, estar mal bañado y despeinado, no creo en los hombres pulcros, no son mi estilo.


 Greenwich y la Belle Epoque eran mis sitios favoritos, Tiffany’s  por otro lado, era un agujero surrealista, oscuro y lúgubre que frecuentaba sólo por el  morbo de ver, fantasear ser alguien más e incluso alguien sexy e inalcanzable (juraba yo). Eran uno de esos sitios donde las mesas con espejos tenían fines prácticos más que decorativos, las rayas de cocaína yacían por todos lados, hombres absurdamente guapos y masculinos bamboleaban entre mujeres y hombres sin el más mínimo pudor ni remordimiento, era una sensación de libertad, peligro y sexo que se podía oler, sentir y presenciar por cada rincón. Las paredes cubiertas por parlantes hacían vibrar cualquier partícula, ser vivo o moribundo que ingresara a la pista de baile cuyo piso de madera hacía que tus entrañas palpitaran al ritmo sicodélico de los beats; la poca luz y los pocos niveles de sobriedad colectiva empujaban a los presentes a manifestar el ritmo a modo de trance, rostros borrosos, carisias anónimas, murmullos distorsionados, cuerpos se batían en cámara lenta por la bruma perenne del alcohol junto con un sentimiento de complicidad nos garantizaba de algún modo que todo aquello era parte de una fantasía, que no éramos nosotros, que éramos quienes nosotros queríamos o necesitábamos ser, que todo aquello desaparecería en unas horas tras la pesada puerta negra con una ventanita en el medio empujada por un gorila subpagado.


Aquel lugar, aquellos hombres  y aquellos tiempos se fueron muchos años atrás, se fueron con la Venezuela progresista, muchos años antes de irse la cuarta república, mucho antes de la dictadura.


 Por muchos años busqué esa atmósfera en mi juventud hasta que desistí, sólo quedaron lugares de maricas peluqueras y viejos verdes con crisis de los cuarenta que crían gatos y engañan a su esposa católica. Los verdaderos hombres, los verdaderos Tíffany’s emigraron o se esparcieron a lugares menos dañinos y más convencionales,  el reguetón y otros géneros miameros destruyeron la movida nocturna caraqueña.


 Al cerrar Tiffany’s Oscar y yo empezamos a frecuentar La Belle Epoqué, un lugar que no tenía nada que envidiar a la movida de las grandes o verdaderas ciudades, fue allí en una presentación de gaita escocesa fusionada con electrónica que pasaron dos cosas importantes en mi vida, fumé mi primer porro detrás del McDonadls antes de entrar y lo segundo, una vez adentro, me tropecé con un muchacho flaco y alto a quien no preste mucha atención, esa misma persona casi diez años después y con más de 10 kg. de más es la persona con quien comparto mi vida. Mi (espero algún día) esposo.          
La Belle Epoqué también cerró, muchas cosas buenas han desaparecido, se han ido o han quebrado. Mientras tanto, actualmente están corriendo lo que espero yo, sean mis últimos meses en esta “situación llamada país”.   


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Oscar El Maldito


Pasaron muchas hojas, algunas cosas empezaban a sanar aunque por lo inmaduro o por la edad unas tardaron más que otras. Así, ya estoy en ciclo diversificado, humanista, futuro bachiller y desempleado emigrante de la república. Un personaje entraría a la escena de mi pubertad-juventud-experiencia. Vamos a llamarlo Oscar como para no llamarlo maldito de primer calificativo.

Otro cotorro, quien siempre estaba como activo, (lo de activo no tanto) siempre como jalado y no me refiero por hilos de ángeles titiriteros precisamente. Algo en rostro llamaba al peligro, no por lo descoñetado que lo tenía, sino por sus ambigüedades que de alguna manera u otra, a esa edad a uno siempre le atraía.

En un salón de 29 chicas y 3 chicos se nos hizo fácil entablar una relación... de amistad, y el hecho de que el otro era nulo aún más. Nos hicimos compadres, nuestra amistad evolucionó en gran medida debido a que Oscar era vecino del vecindario. Eso era curda, gaitas, pizzas en mi casa, rumba... ahh por cierto, con este personaje fue que conocí el ambiente nocturno, la noche y las nocturnas noches de ambiente. ¡NO! El no es gay, ¡NO! Él sólo frecuentaba Tifanni’s (el viejo) por la buena música, pum pum pum, y por las chicas desesperadas por chicos heteros y machos en locales de gente “como mi tipo”.

   Así los meses se dieron duro, joda, rumba, bochinches, Me separé un poco de Laura y Tonny, Laura cambio de bachillerato para sanar lo de Julio y no recordar tanto, Tonny por su parte, repitió un par de veces lo que hizo que tuviésemos rutinas y círculos de compañeros apartes.

La pasé muy bien en los dos últimos años de bachillerato, era como si convertirse en Bachiller fuese algo de orgullo o algo grande, bueno, si lo fue, fue unos de los primeros grandes logros, después de aprender como ver porno en la compu de tu hermano sin dejar registro.

La memoria no me ayuda mucho, pero en esos días recuerdo el “rush”, el mal pegue pues, que tuve con un gordito con problemas de acné que siempre olía rico, a perfume caro, era de la zona, así que tenía platica para ser estudiante de bachillerato perfumadito. Todo fue muy extraño en aquellas edades, en aquellos días, creo que uno tenía un nivel de libertades y flexibilidad amorosa que ya perdí. Era como mi época de los 60’s quería estar bajo la influencia de cualquier verga, pasarla bien, ni soñaba con tener un trabajo y amaba a todo el mundo. Yo era como buena gente, todo era bello, hasta los gorditos con acné eran bellos.

Ya en 5to. año todo fue espectacular, Laura regresó al liceo, y tras ella se acercó Tonny como para crear el reencuentro, así como Menudo. Disculpen que traiga esto a colación, pero ¿sabían que Tonny fue un Menudo? – ahora lo saben, y no puedo evitar reírme. Continuamos.

Otros personajes que llegaron, se fueron, fue 8 Limón,  un chico morenito, de apariencia humilde y sumamente amanerado, recuerdo que se burlaban de él porque decía que su papá era accionista de una empresa de computadoras raras, esas que tiene una manzanita de colores, nadie le creía. Si lo facebookean, se caerán como pa’ atrás, talvez no tenga nada que ver con Appel, pero no tiene nada que enviarle a nadie, se ve muy plácido en Palms Beach.

Regresando a bachillerato, 8 limón, (así lo llamábamos a sus espaldas) era el negrito que se le mojaba la canoa incluso en estado de sobriedad, él me caía de la patada, por aquello de todos los cliché en una misma persona, #locamala #malditapeluquera. Así cliché, sobando y metiendo mano a cuanto carajo lindo tuviese cerca, qué envidia eh. Yo, lo utilicé como medidor de opinión pública, en teoría, si al ver que los demás mantenían amistad con tal personaje, al ver qué opinaban las personas sobre “su condición” , me serviría para poder saber de algún modo quienes me rodean, y si me rodearían para acompañarme o para lapidarme como mujer islámica extremista.         

Muchas cosas reventaron por su peso y presión, yo acostumbraba pasar la noche en casa de Tonny, teníamos casi siempre la casa para nosotros, y yo, hasta mi propia cama. Así en una noche de tantas, donde el alcohol, las jodas y las charlas se daban pasadas la madrugada, Tonny utilizó la típica expresión caraqueña “si eres marico chico” – un silencio y una contundente respuesta, sí Tonny... soy marico. Silencio, incomodidad por el hecho de los tragos, estar en interiores, tan cerca y ningún lugar por donde escapar, imagínense para él como habrá sido eso. Hubo un silencio, y otra respuesta que más bien fue un mandato, ¡duérmete!- Se volteó y a los días siguiente lo mencionó.   
    Tras horas de explicación detallada de cómo era el asunto, me dijo a modo de consolación supongo,
-       tranquilo que hoy en día te pueden convertir en una hermosa mujer.
(Así es Tonny le cuesta entender las cosas pero es buena gente).
-       Tonny, yo no pienso ni quiero cambiar de sexo, yo soy un chico que le gustan otros chicos.
-       ¿osea? ¿No te vas a poner tetas ni nada de eso? – preguntó asfixiado.
-       ¡NO! Man yo soy y me siento un tipo. Respondí algo molesto.

-       Ufff, menos mal, porque serías una mujer muy fea.

Reímos, tomamos y nos distanciamos nuevamente.
  

      

viernes, 12 de noviembre de 2010

It's a latino thing

Conversaciones entre Toronto y Nueva York

Alex y Maritza, (Matrimonio colombiano en Canadá)
 Carlos (venezolano en Canadá)
Juan (colombiano en New york)
Aaron (turista australiano en New York)
Desconocido (turista cercanías de Egipto en New York)
(yo) (procedencia/estatus: Desconocido)

                                                         
                                                         
                                                         

                                                             Alex: (Toronto)
  -Uno se parte en dos, no termina a encajar en ningún lado, y claro que uno extraña su tierra y todo eso, pero no me siento cómodo en mi tierra, uno no es de donde nace, sino, de donde se cría y crece y Colombia es muy bello pero lo malo de Colombia es la gente.

   Por más carrera que uno tenga tiene que aceptar lo que venga, y si consigue con suerte trabajar en lo que estudió tienes que empezar desde abajo, porque acá en Canadá no le aceptan la experiencia laboral de otros países, y muchas carreras, por ejemplo la de mi esposa, que es enfermera tendría que volver a empezar, no hay forma de hacer reválida, entonces pues, para qué uno se mata estudiando, claro el conocimiento queda, claro está, pero de qué te sirve, ¿ve? Hay un cuento acá muy irónico, para ilustrarte un poco cómo es esto; dos médicos cirujanos colombianos que emigraron para acá tuvieron que empezar a trabajar en una pizzería, pues por lo que le digo, que no le reconocen el título, pues, entonces uno le dice al otro mientras preparaban la pizza. -Doctor, páseme el pimentón por favor y el otro responde, ¡Pimentón!-  mientras se lo da en la mano y sí pues, yo por ejemplo soy diseñador gráfico, pero estoy estudiando ingeniería industrial, claro no estoy trabajando, pero el gobierno me paga la carrera y un sueldo para poder vivir, sino, no sabría que estuviese haciendo. Gracias a Dios, acá no tengo que pagar seguro médico, los servicios públicos funcionan, los hospitales son de los mejores del mundo, y es muy bacano, claro que hay que pagar impuesto, pero la comida, la ropa, y todo eso es mucho más barato acá que en Colombia, allá todo es tres o cuatro veces más caro y la seguridad hermano, el poder vivir tranquilo, pues no tiene comparación, hace unos meses fui a Colombia y la inseguridad hermano, la gente como maneja, las calles, ya uno se acostumbró a otra cosa, mi viejo me preguntó qué cuándo pensaba regresarme a Colombia, y eso de verdad lo veo muy difícil. Esa es la vida de uno el inmigrante, ya uno que ha visto cosas y ha vivido, ya uno no puedo regresar así no más. La vida se te parte en dos, una en su tierra y la otra acá.  
                                                       
                                                 Maritza: (Toronto)
  ¿Los niños?, pues los niños los educamos en español, no queremos que pierda este idioma tan bonito, cuando entren en la escuela, tendrán oportunidad de aprender en inglés, pero acá en la casa les hablamos siempre en español, es que es tan completo nuestro idioma, ¿verdad que sí?, tan aburrido que es el inglés, siempre lo mismo, mi profesor de inglés acá en Toronto lo dice, el inglés no es nada, es una mezcla toda extraña que no tiene sentido, claro, Sebastian el mayor, cuando está en la calle y la gente le habla o le preguntan algo en inglés, el responde pero en español, osea que sabe de lo que le están hablando, pero responde en español, él sabe porque ve televisión en inglés.  Es muy difícil encontrar juguetes didácticos en español, o por lo menos bilingües, lo único que hay es francés e inglés, somos una comunidad muy pequeña acá, en otras ciudades o  mejor dicho, en Estados Unidos, sí se consigue, porque  hay más latinos. En este mismo edificio compramos mi mamá y mi hermana, por lo menos tengo a mi mamá aquí cerquita y no me pega tanto. Las primeras navidades aquí fueron horribles, la gente es muy seca, no son como nosotros, cálidos, alegres, acá es ir de shopping y comer con la familia y listo, en cambio nosotros somos otra cosa, no sé, más alegres los vecinos, los amigos, es otra cosa.
                                                           
                                                   Alex: (Toronto)
   El invierno aquí puede durar hasta cinco meses, es horrible, todo es blanco y la gente empieza a comportarse distinto, se deprimen e incluso se visten de colores oscuros, negros y grises. Todo el follaje muere, los árboles quedan pelados, las calles se congelan y queda como enjabonado, me explico, tiene que pasar un camión que arroja sal para derretir el hielo, para que los carros no se patinen y si te toca salir temprano y el camión no ha pasado por tu camino, ¡ayy Dios!, porque igual, tienes que ir a trabajar o al college,    
     Nosotros en invierno igual nos divertimos, hay muchas cosas para entretenerse, mis hijos se divierten mucho en inviernos, ellos están colorados de frío pero como si nada, es como en mi tierra, recuerdo que de niño me deslizaba por la colina sobre las hojas y la grama, nos llenábamos de tierra, mis hijos lo hacen sobre la nieve, es distinto, pero ellos gozan igual.

   Mira esto, este tarro gigantesco es un café acá en Canadá, allá no, allá es una tasita pequeña, un negrito pues, lo que pasa es que con el frío que hace, no te hace nada un negrito y por eso hay que tomarse esta tazota de café para que surja efecto.

                                                  Carlos: (Toronto)

    -¡Yo estaba esperándote!, pero estaba buscando un venezolano y tú pareces un músico mariguanero gringo!, What so man! Dam! La última vez que te vi When tu eras a kid, How are you? Puto!
   Yo me vine para acá justo cuando tenía tu edad, cansado de la paranoia de que te roben, pendiente de todo, de la mentalidad de la gente en Venezuela, quería algo distinto, you know, so, nada decidí venirme para Canadá, en aquella época, a los venezolanos no nos pedían visa para venir y siempre quise aprender inglés, and change my life, I wanted others things, all that, so, me vine para acá estuve los primeros tres meses, pedí una extensión de la visa y me la dieron, luego a los seis meses regresé a Venezuela y me postulé para la ciudadanía canadiense, yo no esperaba que me la dieran, becouse, I wasn´t married, and era jodido que me lo dieran, pero they called me, me hicieron un examen físico y nada acá estoy.
   Siempre me gustó Canadá porque es más británico, no está contaminado por los inmigrantes, so, la cosas funcionan, esto es un sistema socialista, pero efectivo, you know what I mean?, acá no existe ese capitalismo como en Estados Unidos, porque si eres pobre, Dam, you are fuck off!, ¿no fuiste al Bronx?, pobre gente,  Por qué crees que se dio la crisis del Wall Street, por la corrupción brother, la guerra y las malas políticas económicas, si no gana Obama, estamos jodidos, caemos todos, aunque Canadá está sólida, pero igual nos afecta a todos bro.
                
                                   Juan (New York)

En Colombia hay una guerra, por eso estoy acá. Hace un tiempo Colombia tenía un problema enorme que eran los niños de la calle, estaban por todos lados, y de repente empezaron a desaparecer, nadie supo que pasó con ellos, simplemente desaparecieron, ese fue el gobierno, muchos hablan de la guerrilla colombiana como el principal problema, pero el gobierno es mucho más peligroso. Acá trabajo para un judío, que me tiene jodido, como todos los jefes judíos, el tipo me tiene tres años pagando lo mismo y no puedo hacer nada, por que como es una empresa pequeña, tiene que ver con cuanto factura, la relación de los sueldos, por eso no puedo hacer nada. ¿Quién es judío aquí?, bueno igual lo voy a decir, yo soy así pues, ¿ustedes se imaginan cómo sería el mundo si Hitler no hubiese existido?, ¡estaríamos jodidos todos! y no me disculparé por lo que digo… prefiero ser sincero y decirte lo que pienso de frente que a tus espaldas Aaron, (Australiano judío presente en la conversación). Hitler fue un factor evolutivo de la humanidad, es igual que los chimpancés, cuando en los grupos hay camadas numerosas, los machos matan un las crías para controlar el número de miembros y así garantizar el abastecimiento de alimentos de todos en el grupo.     

 Aaron: I´m sorry I don´t understand your english…
Yo: (En español) chamo eso estuvo heavy, discúlpate man.
Juan: No lo haré, no tengo nada por que disculparme
Aaron: what he said, Barbaroja?
Yo: Ni en pedo voy a traducirle eso, con la cara de alemán que tengo. Dile tú Juan ese es tu peo.
Aaron: What?
Juan: - risas – este man es un pendejo, pero me cae bien.
Yo: never mind, it's a latino thing, I guess.


                             En el Hostal con mis roommates alemanes

  Intentaba seguir una conversación en alemán con unos alemanes con quien compartía la habitación, cuando de la nada salió un personaje que por lo que entendí era de algún lugar cerca de Egipto, al sentarse empezamos a hablar en inglés para que pudiese formar parte de la conversación y para evitar que yo siguiese haciendo el ridículo en alemán.

    Yo (En inglés): le contaba a los muchachos que no quise ir a Miami porque allí se habla mucho castellano y la idea de este viaje es practicar el inglés y que me sorprendió que Nueva york es igual de bilingüe, claro en menor grado pero sí se escucha mucho el castellano.
  
   El egipcio: Sí tienes razón, esos malditos latinos se apoderaron de Miami, a mi me negaron un trabajo porque no hablaba español, que arrechera me dan esos desgraciados.
-       (En ese momento noté que los alemanes le hacían señas al egipcio para que cortara la conversación porque sabían que yo era uno de esos malditos latinos de quien hablaba, fue muy tarde)
Yo: bueno, déjame que te de una clase sobre el lugar que estás pisando. Estados Unidos es un país hecho por inmigrantes y para inmigrantes, a los verdaderos americanos los mataron a casi todos hace muchos años y la convivencia multicultural ha sido su punta de lanza por muchos años, que los traten bien o que los traten mal eso ya es otro peo, y Miami, bueno puedes tomarlo como una reivindicación por todo los atropellos que sufrieron los países vecinos por parte del big brother,

    El egipcio: -silencio-

Yo: Y no te digo esto en castellano porque me interesa que me entiendas maldito tira bombas, antes de andar hablando estupideces cuídate de quien tengas al frente (lo siguiente en  perfecto castellano): BECERRO!

    Los alemanes se quedaron tiesos incrédulos de lo que le estaba pasando a lo que le respondí con media sonrisa:

                                               I´m sorry… It's a latino thing.                   

domingo, 7 de noviembre de 2010

Pololo mío


Todo lo que tocas es amor por nosotros, el agua te mira con picardía al pasearse por tu rostro aun sostenido por ángeles de sueños, sabias que el día siguiente sería un siempre debió ser así, entenderás las distancias entre nuestros caminos y amarás el día en que las carreteras se cruzaron en una Y hacia una vida juntos. Recorreremos lo que queda de vía, disfrutemos el paisaje amor que no hay reversa y la distancia al frente es un confusos trazos de luces.  Las nubes nos bautizan deshilachándose y esparciéndose en la ceda azul dominante, celadora y maternal.  Consejos del viento recorran nuestros oídos y el latir de tu mano sosteniéndome en el aire te hará notar que soy yo quien te sostengo en la tierra, de eso se trata amor, de amor cielo con tierra, izquierda y derecha. Mientras me sonrías no habrá sur suficientemente lejos para llegar y comenzar, tarde o temprano el amor todo lo puede remendar, sólo dale play para comenzar. Dime algo bello, dime con tu mirada que estás cerca, dame brillo, dame mate con dulce de membrillo o dame arepa así sea que nos quedemos sin bombillos y créeme amor y tú lo sabes... yo ya hace tiempo que llevo puesto el anillo.    

viernes, 5 de noviembre de 2010

Camilo

Camilo encontró algo que hace tiempo dejó de buscar. Camilo derrotado no cree en mucha gente, para no decir en nadie. Camilo está dudoso, temeroso y siempre a la defensiva. Camilo tiene la obsesión de mirarle los zapatos a las personas. Camilo teme mirar directamente a los ojos, prefiere escuchar sin ver, o simplemente mirar para otro lado. Camilo odia su nombre, el mismo de su padre. Camilo está cansado. Hoy sólo quiere echarse dormir sin comer. Camilo tuvo un día difícil en el trabajo. Camilo prende la TV pero la Ignora por completo. Camilo simplemente esta pensando en nada, o en muchas cosas sin importancia. Camilo piensa que debería bañarse, pero la flojera lo post pone, Camilo está cansado. Camilo simplemente quiere dormir, pero no puede. Camilo apaga su celular, sabe que nadie lo va a llamar. Ya nadie lo llama y a Camilo pareciese no importarle.
  
   Camilo tiene nostalgia, pero evita prestarle atención. Camilo observa las paredes mugrientas de su habitación. La lámpara junto su cama lleva meses sin prender, se dañó. Camilo ha dejado de leer. Camilo está cansado. Camilo compra libros y no los lee, se ven lindos juntos en la biblioteca improvisada, delibera Camilo. Camilo baja películas francesas por internet, y las ve solo en su cama. 

Camilo se compró un Game Cube usado con un sólo control, Camilo no necesita dos controles. A Camilo se le acabó el perfume, los repuestos de la gillet. Tiene barba y el cabello algo sucio. Camilo va al gimnasio, le sale más barato que el psicólogo y que la compañía paga. Camilo está cansado. Camilo está acostumbrado a estar cansado. Ha estado cansado mucho tiempo. Camilo prefiere trabajar que estar en su casa. A Camilo no le gustan los animales. A Camilo le incomoda los olores corporales. Camilo habla varios idiomas, pero no habla con nadie. Camilo hace muchas cosas, pero termina pocas o casi nada.

   Camilo es bueno en su trabajo. Lleva muchos años ejerciendo. Camilo está cansado. Camilo se quita la ropa. La tira al suelo. Camilo siempre se para temprano aunque no tenga nada que hacer. Camilo extraña mucha gente. Camilo está cansado de extrañar y recordar, considera que es perder el tiempo pero lo hace de igual forma, no lo puede evitar. Camilo no fuma, pero ha pensado en fumar, el cigarro pareciere ser un acompañante incondicional, la excusa perfecta para iniciar una conversa.


 Camilo es guapo, sólo que está cansado. Camilo no está casado, ni lo estará. Camilo no tiene hijos ni los quiere tener. Camilo de vez en cuando recibe visitas, tiene sexo y se despide abriendo la puerta sin mucho apego. Camilo no tiene tiempo, aunque no tenga nada que hacer. Camilo prefiere desperdiciar el tiempo solo que acompañado.

Camilo no se ve en pareja. Cree que hay personas que simplemente son “unitarias”. Camilo no es mala persona. No lo es. Camilo odia esta ciudad. A veces confiesa odiar su país y su a familia.

Camilo ama el olor de los libros nuevos y el olor de su Mac cuando la abrió lo excitó, olía a primer mundo, según él, aunque nunca haya estado allí. Camilo cierra las ventanas, no quiere escuchar el ruido de la calle, tampoco el mundo creciendo. Camilo nunca se arriesga, Camilo dejó de observar, solo mira lo necesario para no tropezar. Camilo cree ser bueno en muchas cosas, pero en ninguna realmente importante. Camilo ha sido querido por mucha gente, amado tal vez otras pocas. Camilo está cansado. Camilo anhela un porro,  pero se conforma con wisky barato. 


 Camilo, algunas veces sale a dar vuelta en la noche, pero no se baja del carro, Camilo está cansado de la gente y de esta ciudad. Camilo es inteligente, aunque callado, muy callado. Camilo ama la noche, las luces y los carteles iluminados. Camilo observa uno de Beltmont, lucen felices, guapos y llenos de vigor. A Camilo le gustaría fumar. Camilo ya no se siente joven, nunca lo ha hecho, Camilo tiene amigos, pocos, pero están en otras cosas, cosas importantes, cosas que Camilo no hará jamás. Algunas noches, cuando Camilo duerme, abraza la almohada y le asignas nombres de personas furtivas, sueña con ellas y les hace el amor. Camilo ya no espera encontrar el amor, Camilo está cansado. Camilo quiere estar solo. Camilo está solo, sin él quererlo.  

Camilo odia cocinar, paga para que le cocinen una vez por semana, Camilo disfruta hablar con Ana, la señora regordeta que le cocina y limpia, porque sabe que se va ir al terminar su labor. Camilo algunas veces extraña a Ana. Camilo a veces observa el teléfono callar.  Camilo observa la televisión en mute imaginando diálogos a su antojo. A camilo le pesan los lentes, los usa sólo cuando nadie lo ve. Camilo se afeitaba el cuerpo por completo, no le gusta la vellosidad en su cuerpo pero hoy está cansado. 

Camilo tiene muchos zapatos pero camina poco, algunos les aprietan otros nunca los ha sacado de su caja. Camilo es muy pulcro, calculador, impecable aun cuando nadie le presta atención. pero hoy está cansado. Camilo es muy cortés, sólo que está cansado. Camilo es un caballero pero sin dama. Camilo juega ajedrez solo, nunca termina la partida porque no le gusta perder.  

   Camilo nada todas las mañanas, haga frío o no. Camilo nada hasta agotarse, hasta que sus músculos no dan más, sin tregua, cada vez más rápido, hasta que su cuerpo no obedezca más. Camilo siempre regresa a la orilla, ve el mar, y piensa en su hermana. Camilo extraña a su hermana. La última vez que la visitó le llevó flores, pero ella no le habló. Camilo se sentó al lado de ella y lloró. Camilo desea poder haber nadado más rápido aquel día de septiembre.

Camilo no cree en Dios, pero quisiera hacerlo, su sentido común no se lo permite. Camilo no come mucho, nunca termina su plato. Camilo se sienta solo en el comedor y mientras mastica su recalentada comida observa las sillas en perfecta coordinación en distancia entre ellas, vacías, calladas, pegadas en la mesa observándolo comer.

   Camilo aún tiene cajas sin desembalar, no tiene tiempo, ni quiere hacerlo. Camilo tiene muy pocos muebles, sólo lo necesario, una mesa para comer, una cama para dormir, una mesita para la televisión, y seis sillas, aunque sólo use una.

Camilo está pisando los treinta, aunque a veces siente que los años lo pisan a él. Camilo cree saber todas las respuestas incluso aquellas que no se ha preguntado. Solitario, sobretodo en compañía se de dejó de preguntar si alguna vez alguien llegará. Reconoce no tener destreza social alguna, su grupo de amigos cercano no ha variado mucho en diez años. Ha cometido errores y está aprendiendo a disculparse pero a perdonar… no tanto.

Sé que muchas veces caigo mal, pero no doy oportunidad para demostrarlo. Soy un hombre centrado, analítico y organizado. Sé seis nudos de corbatas diferentes, cultura del vino y queso con francés.  Siempre me peino, me cepillo los dientes por 6 minutos contados, incluyendo el hilo dental; por último me echo perfume, me acuesto rodeado de muchas almohadas y mucha soledad. 

Camilo encontró algo que hace tiempo dejó de buscar, simplemente soledad.

viernes, 22 de octubre de 2010

Juegos de Niños

Septiembre es el mes que siempre sobra, es el que siempre está en medio cosas mejores, fue el mes de septiembre de 1998 cuando yo me quedé en el medio, en la nada, sin entender la vida, sin planes y sin fuerzas.

Eran las vacaciones de verano, aunque de vacaciones no tenía mucho ya que había raspado tres materias y estaba haciendo esos cursos de recuperación, química, matemática y redacción, mi hermano mayor ya se estaba recibiendo de publicista y contra el deseo de mis padres planeaba hacer para lo que en la época era una locura, “emigrar”. Las cuentas telefónicas en mi casa siempre eran lo que reventaba los peos en la casa, tanto por internet “dial-up” como por las horas que pasaba hablando con Laura y julio escondido para que no me formaran peo.

Julio durante las vacaciones formó un gran enlace con Luis, el chico lindo con quien descubrí lo hermoso que es la figura masculina, ¿recuerdan? Eso a mí no me tenía contento, siempre me pareció un sifrino, pedante y gran parte de que no lo soportara era por ser tan sexy, tan heterosexual y me quitara la atención de Julio. Mientras, Laura, quien abría sido afectada por las degustaciones con Tonny, se limitaba atender el teléfono y hablar conmigo sobre cuanta estupidez se nos cruzase.

Una llamada, era Julio, una invitación, me decía que me fuese a su casa que estaba aburrido, que necesitaba salir, hacer algo, yo algo molesto sin saber exactamente el por qué le dije que no podía salir, vendría unos familiares o qué sé yo, una excusa, dejó de insistir y concluyó su llamada con “pachi – pachi Te quiero mucho amiguito” no entendí, no respondí, un error. Julio colgó el teléfono, una llamada, su última llamada.

Los ánimos en mi casa estaban algo caldeados esa tarde, mi malas notas, la decisión de mi hermano de fugarse del tercer mundo del año 99 y el cigarro de mi padre. Todo era un peo, yo encerrado en mi espacio, en mi litera, acostado esperando que el tiempo corriese rápido y empezar a usar mi chemisse de diversificado, Humanista, “uyy” qué bohemio me sentía a tomar esa decisión, qué maduro, qué pendejo al creer de que aprendería algo útil.

Otra llamada, la hermana de Tonny, una mala noticia, imágenes, sonidos, vacío, silencio, aire caliente, bloqueo, tembladera, confusión. Mi madre notó algo en mi cara mientras estoy al teléfono, algo definitivamente no estaba bien, ¿qué pasó hijo? – preguntó o eso entendí, abrí mi boca y las palabras que salieron no tenían sentido – a Julio le dieron un tiro en la cabeza- mi madre desplomada en el piso, más confusión, ¿por qué mi madre desvaneció?, segundos después caí en cuenta de que Julio y mi hermano mayor son... o eran tocayos, de inmediato le aclaré la confusión y mi madre sintió culpa al sentir alivio, no hubo palabras, no hubo mucho que comprender ni nadie que explicase por qué ya Julio no me llamaría más, no vendría a mi casa, no me echara los cuentos de sus aventuras, nada. No hubo nada.

Horas después, en emergencias de una clínica estábamos todos presentes, incluso Julio, por lo menos su cuerpo, su mente quién sabe, su alma talvez en otro lugar. Las máquinas lo mantenían con “vida”, no lo quise ver, soy un cobarde y creo que se podía de igual forma, uno a uno, sus familiares fueron llegando al recinto, rezaron, lloraron, yo rodeado de gente que ni conocía, sólo miraba las estrellas y escuchaba los murmullos, me preguntaba si quedaría paralítico o vegetal, negaba la posibilidad de que muriese, al pasar las horas y después de tanto pensar, deseaba que muriese antes de yacer allí “gracias” a la máquina.

“Julio murió”- me dijo alguna voz anónima, imágenes, sonidos, recuerdos, sonrisas de aquel cotorro que me enseño que coño era la amistad. Hay llantos y hay silencios, cuando el alma llora el cuerpo calla, es así, silencio, silencio, maldito silencio, las estrellas inmutes, el frío de la noche, los murmullos, silencio, nada.

Julio entraría a la escuela militar voluntariamente, nunca pensé que jugar con los Gi-joe, sería tan influyente, recuerdo que él tenía inclinaciones por el mundo militar, llevaba consigo unas plaquitas de soldado y un casquete de bala que encontró en la calle, le abrió unos agujeros y se lo guindo a modo de rebeldía y talvez, a modo de sentencia.

Yo siempre jugaba con las cámaras, con los micrófonos, Laura muy histriónica y culta jugaba con ser y hacer expresiones artísticas, Tonny no jugaba mucho, y Julio jugaba a la guerra, a las armas y a la hombría que le daba sensación de poder. Luis fue llevado a prisión, a una de adultos, los detalles de lo que habrá pasado no los narraré, sólo tenía 16 años, fue un accidente, un Juego de soldaditos, Julio era todo un Gi-Joe pero no llegó a ser hombre. Simplemente, no llegó.

¿Y tu hijo a qué juega?